La convocatoria venía complicada debido a las bajas (Hugo, Peña, Antxón, Sebas…) Sin embargo, hemos empezado fuertes, con las 3 nuevas incorporaciones que vienen a aportar una mayor solidez y eficacia al equipo. El 7 titular estaba compuesto por: Jorge, portero fichado a última hora antes del cierre del mercado de fichajes, Jordi en el centro de la zaga, Caños “el Mariscal” en la banda izquierda, Herny, el “Ramos” del equipo (por ser el nuevo broncas) a la derecha. En el medio el doble pivote con Set, “El Hierro” del equipo, que a medida que transcurriría el partido acabaría jugando en el centro de la zaga y Juan “el Xavi/Iniesta (aún está por definir) del equipo”. Con Nico en punta intentando rascar alguna bola, pero ná.
Las cosas se ponían feas, después de un par de acercamientos por parte de cada equipo, Jorge (portero) coge el balón con la mano en una cesión y nos pitan falta indirecta al borde del área chica. Finalmente conseguimos resolver y no serían capaces de adelantarse en el marcador. Un minuto más tarde, un rechace tonto hace que uno de los atacantes del equipo rival dispare a bocajarro hacia nuestra puerta. Herny, muy bien situado, estaba justo debajo de la portería y no duda en hacer “mano” para evitar el gol. El árbitro, en un alarde de despotismo más propio del “villarato” que de una liga amateur, pita penalti y expulsa a Francis. Nos lo comíamos (al árbitro)… Frases como “te acabas de cargar el partido”, o “el penalti ya era un justo castigo…” se repetían. Penalti, gol.
Después del duro mazazo, intentamos recomponernos como pudimos, con 2 defensas y 3 arriba conseguimos una falta al borde del área que tiraría Roa de forma magistral, colocadita, rasa y rozando el palo, donde duelen. Cuyo rechace pescaría Juan para colocar el balón en el fondo de las mallas, al más puro estilo Raulista.
Comenzamos a retomar el aliento y a coger confianza, cuando Samber en un gran control, consigue poner el balón en el otro palo, imposible para el portero. Soberbio disparo con técnica, colocación y precisión milimétrica, recordándonos en el disparo al mejor Zidane, cuya fiereza y estabilidad le hacen asemejarse al mejor Kun Agüero, ese desertor, mercenario de mierda. (Kun, no Samber, aunque su ex equipo no piense lo mismo…)
A la par de los acontecimientos se acerca el equipo rival a nuestra área, en una contra que parecía ser letal, Roa es capaz de cortarla cometiendo falta, a la que el delantero rival, fruto de la desesperación le increpa, se encara y le insulta. El resultado: Roa amonestado (otra vez) y el jugador del equipo contrario expulsado. Cojonudo, 6 contra 6, el partido se nos ponía de cara. Ganando y en igualdad de condiciones.
Así llegaría el segundo tiempo, momento en el que Alberto, nuestro flamante “Abel” nos ganaría (casi) él solito el partido con un recital de paradas al que nos tiene malacostumbrados.
El dibujo era claramente “amarrategui” jugando con 3 defensas y 2 medios, alternándose para subir a rematar.
Así llegarían nuestras oportunidades, todas ellas a la contra. Y la mayoría de ellas desperdiciadas por un mal pase, un exceso de confianza en el regate, o porque el portero rival ha hecho la mejor segunda parte de su vida. Pero tuvo que llegar Juan, al más puro estilo Roberto Carlos (estaba jugando de lateral), en una subida descomunal que, desde fuera del área pondría el balón en el palo contrario y nos daría un respiro a todos.
Rumano y Jorge se desgañitaron peleando balones y abriendo espacios para que llegara la segunda línea en busca del gol de la tranquilidad, pero la falta de puntería y, especialmente, de físico, debido a una deficiente pre-temporada hicieron imposible que consiguiéramos un marcador algo más holgado.
Set y Roa, aún lejos de su mejor versión han hecho un partido muy digno. Mención especial para Set, que ha jugado gran parte del partido de lateral derecho solventando muy bien todas las situaciones comprometidas.
Roa, a su vez ha mostrado nuevamente su amplio repertorio de regates, centros, taconazos y filigranas. Eso sí, se ha visto un Roa más participativo en el juego colectivo, brindando balones a laterales y delanteros sin el individualismo de años atrás. Sin lugar a duda, el espejo en que mirarse es Cristiano Ronaldo, que igualmente está más generoso con sus compañeros del “Cerdíl”.
Mención especial se merece Caños, “El Mariscal”, que a pesar de haber comenzado la temporada pasada con algún kilito de más, ha hecho un partido impresionante. Participativo y sacrificado, ofreciéndose en cualquier situación comprometida, subiendo, bajando y haciendo coberturas al resto de compañeros. A lo que podría haberle puesto la guinda si el portero rival no hubiera volado (literal) con una palomita increíble, para sacar el balón de un gol que parecía ser seguro.
En definitiva, este “Mezclados” sí ilusiona. 3 puntitos y una subida importante de autoestima. Con los fichajes muy bien adaptados y acoplados al equipo. Además teniendo protagonismo dentro de éste, cuya prueba son los 3 goles de hoy.
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