El Bayern de Henares quiere a Jordi Gómez

El Bayern de Henares quiere convertir a Jordi Gómez en piedra angular de su nuevo proyecto, que pretende acabar con la sequía de las últimas dos temporadas, en las que se le han escapado los principales títulos nacionales. El gigante alcalaíno se ha visto superado por el Borussia Meco, el actual campeón de la Henaresliga y de la Copa, un escenario depresivo tanto para el club más laureado de Alcalá como para una afición y una región acostumbradas a celebrar sin parar los éxitos de su equipo, uno de los grandes de la Alcarria. Pues bien, el azudense agrada sobremanera a Javier García Garrido "Koki", exentrenador del Athletic Club Mezclados y actual técnico del Bayern, y su contratación recibió ayer también el espaldarazo del mismísimo Rubén Martínez "Chini", una de las leyendas vivas del conjunto y su presidente de honor. «El Bayern de Henares puede permitírselo», sentenció Chini, quien subrayó que la inversión está muy estudiada y meditada.

De momento Jordi Gómez sigue en Alovera y se entrena con el conjunto naranjota. Ayer lo hizo en el campo número dos con una pancarta que decía: 'Mercenarios Fuera', en alusión a él y a Roa. Tanto Palero como el vestuario saben que el Bayern viene con todo a por el de Azuqueca, que con su cláusula de 40 millones se convertiría en el fichaje más caro en la historia de la Henaresliga. Pero el conjunto alcalaíno entiende la operación en clave de inversión y, de hecho, hizo público el visto bueno de su Consejo de Vigilancia para abordar la compra del azudense. Ahora queda por saber en qué términos se cerraría la compra y si Mezclados exigiría que el jugador deposite el dinero en la Liga, con sus consiguientes cargas fiscales, o si, por contra, aceptaría el pago del blindaje y facilitaría su marcha.

Por otro lado, los socios del club empiezan a temer una fuga de estrellas del equipo. Algunos rumores señalan a que Sebas (también visto en el Barco Axe junto a Jordi y Roa) está atravesando una situación parecida a la de Roa, en la que además no está satisfecho con el sueldo que le propone el club. Esta situación, unida a la tristeza de Herny, mantiene al Athletic en uno de los momentos más difíciles de su carrera.